La aromaterapia científica médica es el uso de aceites esenciales quimiotipados por vía cutánea, oral, vaginal, rectal, nasal, auricular u olfativa con el fin de proporcionar tratamientos complementarios, preventivos o curativos, a una amplia gama de dolencias humanas, animales o vegetales.
La fitoaromaterapia es la terapia más antigua del mundo.De hecho, el conocimiento de las esencias aromáticas existe desde el principio de los tiempos. En el año 40.000 a.C., los aborígenes australianos ya utilizaban plantas aromáticas por los medios rudimentarios de fumigación (inhalación de humo de la quema de plantas aromáticas) y cataplasmas (aplicación en la piel de arcilla mezclada con plantas aromáticas).
Las medicinas tradicionales con sustancias naturales siempre han demostrado su eficacia a lo largo de la historia. Hasta el siglo XVIII, el hombre utilizó asiduamente la fitoterapia para tratarse a sí mismo y a los animales de su entorno, el final del siglo XX se caracterizó por un considerable retorno de las medicinas alternativas, en particular de la aromaterapia.
El término «Aromaterapia» lo utilizó por primera vez en 1928 un bioquímico francés, René-Maurice Gattefossé.
Por aromaterapia se entiende el uso de aceites esenciales de plantas aromáticas para tratar patologías y mejorar la salud y el bienestar.
Se trata de una medicina destinada a restablecer el equilibrio de un organismo en su conjunto. Complementa a la alopatía por sus virtudes terapéuticas preventivas y curativas, estudiadas y científicamente probadas.
La aromaterapia, con varios siglos de antigüedad, está ganando terreno en el sector médico, cosmético, agroalimentario y veterinario. Investigadores científicos de alto nivel de todo el mundo están decididos a aportar evidencia a esta disciplina mediante grandes esfuerzos en diversas áreas de investigación básica y aplicada.
La fitoterapia sigue siendo la medicina más utilizada en el mundo. Sabemos desde siempre que ciertas plantas tienen actividades antisépticas, bactericidas, antifúngicas, antivirales, antimitóticas, hormonales, antirreumáticas, circulatorias, antidiabéticas, inmunoestimulantes, hiper o hipotensivas, tónicas, antiespasmódicas, estomacales o hepáticas. Todas las civilizaciones antiguas han desarrollado junto con la agricultura el uso de plantas medicinales y la mayoría de los grandes médicos del pasado eran fitoterapeutas.
¿Qué es un aceite esencial?
Un aceite esencial es la esencia volátil que se extrae de las plantas aromáticas por destilación.
La composición de un aceite esencial es compleja y nunca posee una sola propiedad terapéutica sino varias.
Los aceites esenciales utilizados en la aromaterapia científica cumplen estrictos criterios de calidad.
Con certificado ecológico o no, el mejor aceite esencial es:
- Quimiotipado
- 100 % natural
- 100 % puro
- 100 % íntegro
Que es un aceite esencial quimiotipado?
Dependiendo del biotopo (sol, clima, composición del suelo, altitud, etc.), la misma planta puede segregar esencias con propiedades bioquimicas muy diferentes. Estas variaciones en la composición bioquímica de los aceites esenciales dan lugar a la noción de quimiotipo (QT). Dos quimiotipos del mismo aceite esencial no solo tendrán actividades diferentes sino también toxicidades muy variables.
Como se obtiene un aceite esencial?
El aceite esencial es el producto que resulta de la destilación de una planta aromática (por ejemplo, la menta piperita), una flor (por ejemplo, la manzanilla romana), una semilla (por ejemplo, la zanahoria), una madera (por ejemplo, el sándalo), un fruto (por ejemplo, la mandarina) o una baya (por ejemplo, el enebro).
Para la extracción de estas sustancias aromáticas se utilizan numerosos procesos.
Esta operación es una de las tareas más complicadas y delicadas, ya que el objetivo es extraer los productos más sutiles y frágiles elaborados por las plantas sin alterar su calidad.
Los aceites esenciales ofrecen muchas posibilidades de uso en diferentes formas galénicas: soluciones, cápsulas, geles, cremas, lociones oleosas, óvulos, supositorios, etc.
Consejos de uso :
Un aceite esencial,como una sustancia natural, también puede resultar tóxica si no se respetan las dosis, las vías de administración o la frecuencia de las tomas.
No aumentar la dosis sin consultar a un profesional de la salud y seguir las normas de precaución en cada uso. El uso de aceites esenciales en mujeres embarazadas o lactantes, niños pequeños y ancianos requiere precauciones especiales. Es obligatorio consultar a un profesional sanitario.
Fuente: www.pranarom.es